Causa in corso
Domenico Lázaro Castro
- Venerabile Servo di Dio -

Domenico Lázaro Castro

(1877 - 1935)

Venerabilità:

- 13 maggio 2019

- Papa  Francesco

Sacerdote professo della Società di Maria, ebbe idee innovative, che posero l’attenzione sulla famiglia come centro educativo della persona

  • Biografia
  • Decreto sulle Virtù
Impegnato nella formazione dei giovani, si prodigò per rinnovare la pedagogia cristiana

 

    Il Servo di Dio Domenico Lázaro Castro nacque il 10 maggio 1877 a San Adrian de Juarros (Burgos, Spagna). Nel 1889 entrò come postulante nella Compagnia di Maria (Marianisti) a Vitoria. Emise la professione temporanea il 10 settembre 1892 e quella perpetua il 15 agosto 1898. Il 5 agosto 1906 venne ordinato sacerdote. Trasferito al collegio “Santa Maria” di San Sebastian svolse gli incarichi di cappellano, di professore di religione, filosofia e letteratura e di direttore del collegio. Nel 1916, fu eletto Superiore Provinciale. Terminato l’incarico, fu nominato Superiore del collegio di Nostra Signora del Pilar in Madrid.

    Nel 1930, dopo la pubblicazione dell’enciclica Divini Illius Magistri di Pio XI, il Servo di Dio, col consenso dell’Arcivescovo di Toledo, fondò la Federazione degli Amici dell’Insegnamento (FAE), destinata a potenziare iniziative pedagogiche, a stimolare una maggiore e migliore formazione degli insegnanti e a difendere gli interessi e i diritti della scuola cattolica. Tre anni dopo, il governo rivoluzionario confiscò tutti i beni appartenenti ai religiosi spagnoli.

    Nel 1934 il Servo di Dio cominciò ad accusare problemi di salute, in particolare polmonari. La situazione andò aggravandosi, fino a portarlo alla morte avvenuta a Madrid (Spagna) il 22 febbraio 1935.

    Il Servo di Dio svolse principalmente incarichi all’interno della Congregazione dei Marianisti e dei suoi Collegi. Nutrì la sua fede con la preghiera, la meditazione e la vita liturgica, che si trasformava in ardente zelo per aiutare i confratelli, gli alunni e i loro genitori a crescere nel rapporto personale con il Signore. Insegnò a leggere gli eventi della vita alla luce della fede. Da buon Marianista, ebbe una speciale devozione per la Madonna, elaborando una sintesi mariologica personale, che comunicava nei suoi scritti e nella sua predicazione.

    Impegnato nella formazione dei giovani, si prodigò per rinnovare la pedagogia cristiana. Ebbe idee innovative, che posero l’attenzione sulla famiglia come centro educativo della persona. Parallelamente all’insegnamento, il Servo di Dio svolse una vivace attività intellettuale.

 

MATRITENSIS

 

Beatificationis et Canonizationis

Servi Dei

DOMINICI LÁZARO CASTRO

Sacerdotis professi Societatis Mariae (Marianistarum)

(1877-1935)

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DECRETUM SUPER VIRTUTIBUS

 

    «Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas por toda la eternidad» (Dan 12, 3).

 

    Estas palabras del profeta Daniel pueden aplicarse, en modo eminente, al Siervo de Dios Domingo Lázaro Castro, sacerdote de la Compañía de María (Marianistas), que dedicó su vida a la educación cristiana de niños y jóvenes en tiempos particularmente difíciles para la escuela católica y la Compañía de María en España.

    Nacido en San Adrián de Juarros, Diócesis de Burgos (España), el 10 de mayo de 1877, quinto hijo de padres labradores, profundamente cristianos, fue bautizado al día siguiente. Domingo recibió el sacramente de la Confirmación en la Villa de Arlanzón (Burgos) en 1881. Desde niño dio pruebas de una inteligencia muy despierta y de una acentuada piedad. En 1889 ingresó en el Postulantado marianista de Vitoria. En 1892 empezó el Noviciado en Moissac (Francia), donde emitió los primeros votos en septiembre de 1893. Continúa sus estudios en el Escolasticado marianista adjunto a la Institution Sainte Marie, en Besançon (Franica). En septiembre de 1895, en posesión del Bachillerato francés, es destinado al Colegio Santa María de Vitoria (España).

    El 15 de agosto de 1898 emite los votos perpetuos en Escoriaza (Guipúzcoa). En octubre de este año, es nombrado Hermano maestro de novicios, en la casa noviciado de Vitoria, al tiempo que comienza los estudios universitarios en la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid. En 1899 es destinado a la casa de formación de Escoriaza con el empleo de Maestro de escolásticos. En septiembre de 1901 obtiene la licencia en Letras por la Universidad Complutense de Madrid y en septiembre de 1903 es enviado al Seminario internacional marianista de Friburgo (Suiza), frecuentando las clases de la Facultad Teológica, confiada a los PP. Dominicos. El 5 de agosto de 1906 el Siervo de Dios será ordenado sacerdote en Friburgo. Seguidamente, regresa a España, destinado capellán del Colegio marianista de San Sebastián, del que en 1907 es nombrado Director. Preocupándose de la formación religiosa de sus alumnos, secunda el movimiento litúrgico promovido por san Pío X. A través de su predicación, conferencias y escritos ejerce una profunda labor educativa con los religiosos, los alumnos y sus familias.

    En 1916, a la edad de 39 años, es nombrado Provincial de la Provincia marianista de España. Anima a los religiosos a la renovación espiritual, según la letra y el espíritu de las Constituciones; les predica los ejercicios espirituales; se preocupa de mejorar la formación inicial; sostiene el espíritu de los jóvenes religiosos en el servicio militar. En 1918 publica el libro Doctrina y Vida Cristiana, destinado a la enseñanza de la Religión católica de los alumnos de Bachillerato. Trabaja para unir las fuerzas de los responsables de la educación católica en España. El Siervo de Dios busca seguidores de este proyecto, a fin de despertar las conciencias de los católicos ante el debate pedagógico nacional que esconde una lucha cultural por el dominio de la juventud.

    En 1922 participa en el Congreso de Congregaciones Marianas organizado por los PP. Jesuitas. Promueve en todos los colegios marianistas la obra de las Congregaciones marianas y publica el Manual del Congregante. En 1924 participa activamente en el Congreso Nacional de Educación Católica, bajo los auspicios del Episcopado, con una ponencia sobre las Asociaciones de Padres de Familia. En julio de 1924, a petición de sus Superiores, renuncia al cargo de Provincial, para tomar la dirección del Colegio de Nuestra Señora del Pilar de Madrid, cargo que ejercerá hasta su muerte. A través de sus homilías y artículos en la revista colegial cuida la formación religiosa de los religiosos y de los alumnos, animando a todos a la santidad. Promueve un ambiente de orden y trabajo basados en la libertad y en la responsabilidad personal. A principios de 1929 enferma gravemente. Va tomando conciencia de que “la vida se va agotando” y de que “lo esencial es ser bueno y hacer el bien”.

    La publicación de la encíclica Divini illius Magister le sirve de estimulo para unir las fuerzas rectoras de la educación católica y en marzo de 1930 consigue el permiso del Cardenal Pedro Segura para crear la FAE (Federación de Amigos de la Enseñanza), junto con san Pedro Poveda, el padre Enrique Herrera Oria, S. J. y su hermano, el futuro Cardenal Ángel Herrera. En 1931 se proclama la Segunda República Española. Domingo Lázaro sigue de cerca las leyes docentes y la política laicista republicana, bien consciente del peligro que se cierne sobre los colegios católicos. En sus conferencias y artículos en la revista de la FAE, Atenas, previene y orienta a los educadores católicos, contra la legislación hostil a la enseñanza católica, finalmente confirmada en la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas de mayo de 1933.

    En diciembre de 1934 sufre un fuerte ataque de gripe y, todavía convaleciente, a finales de enero visita a un alumno gravemente enfermo para llevarle los últimos sacramentos; cae enfermo de pulmonía y el 22 de febrero de 1935 recibe la unción de enfermos; esa misma tarde se duerme en el Señor. Numerosos alumnos y familias acudieron a rezar ante sus restos mortales. El funeral fue una gran manifestación de duelo.

    En virtud de la fama de santidad, del 27 de septiembre de 1988 al 20 diciembre de 1995, en la Curia eclesiástica de Madrid fue celebrada la Encuesta Diocesana, cuya validez jurídica fue reconocida por esta Congregación con decreto del 26 de abril de 1996. Preparada la Positio se ha discutido, según el habitual procedimiento, si el Siervo de Dios haya ejercitado en grado heroico las virtudes. Con resultado positivo se tuvo la Consulta Histórica y el Congreso Peculiar de los Consultores Teólogos. Los Padres Cardenales y Obispos en la Sesión Ordinaria del 16 de abril de 2019, presidida por mí, Cardenal Angelo Becciu, han reconocido que el Siervo de Dios ha ejercitado en grado heroico las virtudes teologales, cardinales y anexas.

    Presentada una atenta relación de todas estas fases al Sumo Pontífice Francisco, por el infrascrito Cardenal Prefecto, el Beatísimo Padre, acogiendo y ratificando los votos de la Congregación de las Causas de los Santos, en el presente día ha declarado: Constan las virtudes teologales de la Fe, Esperanza y Caridad hacia Dios y hacia el prójimo, así como de la Prudencia, Justicia, templanza y fortaleza y de aquellas anexas, en grado heroico, del Siervo de Dios Domingo Lázaro Castro, en el caso y para el fin del cual se trata.

    El Beato Padre ha dado el encargo de hacer público este decreto y de transcribirlo en las Actas de la Congregación de las Causas de los Santos.

 

    Roma, en el día 13 del mes de mayo del año del Señor 2019.

 

ANGELO Card. BECCIU

Prefetto

 

                                        + MARCELLO BARTOLUCCI

                                        Arzobispo titular de Bevagna

                                        Secretario